San Juan Evangelista

Juan, hijo de Zebedeo y Salomé, era oriundo de Galilea y se dedicaba a la pesca como su padre. En un principio fue discípulo de Juan el bautista y más tarde de Jesús, como también lo fue su hermano Santiago el Mayor.


San Juan representa la amistad. En esta imagen tomada por Rosell se puede apreciar la magnifica obra del insigne escultor José Capuz Mamano. Foto: J.A.Rosell, 2008.

Su nombre, Juan, quiere decir “Gracia de Dios”. Y lo es porque entre los apóstoles, fue el predilecto, el que recibió las mayores pruebas de confianza y amistad, el que recibió el encargo de cuidar a Maria, su Madre. Fue el apóstol que acompaño a Jesús en su pasión, muerte y posterior resurrección, testificándolo más tarde en el cuarto Evangelio.

Tras la Resurrección, se encontró con Pedro en Samaria y después en el Concilio de Jerusalén. Al dispersarse los apóstoles después de Pentecostés, se marchó a Asia menor, la actual Turquía, donde fundó gran cantidad de comunidades cristianas.

Estando Juan allí predicando el evangelio, fue detenido por negarse a adorar a otros dioses y fue enviado a Roma. Le afeitaron la cabeza, le sacaron de la ciudad, y ante la “Porta Latina”, le metieron en una tinaja de aceite hirviendo. Al sacarlo, no tenía daño alguno. El 6 de mayo se conmemora esta efeméride.

Detalle de la mano de San Juan indicando el camino para encontrar a su amigo Jesús de Nazaret.

El emperador Domiciano lo desterró a la isla de Pátmos, y escribió el Apocalipsis donde se recoge el final de la Historia y el triunfo del bien sobre el mal. Según se dice, San Juan escribió el Libro de la Revelación tras escuchar una fuerte voz, como de trompeta, que le dijo “lo que veas escríbelo y envíalo a las siete iglesias: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea”.

A la muerte de Domiciano, Juan pudo regresar a Efeso, donde escribió el “Evangelio según San Juan” y sus “Cartas”.

Otro de los momentos importantes de la vida de San Juan fue cuando el Pontífice de los ídolos, Aristodemo, retó al apóstol a que bebiera veneno de una copa, diciéndole que si la tomaba, creería en su Dios. Juan, tras santiguarse, tomó el cáliz, y se bebió la pócima hasta la última gota, no padeciendo daño alguno.

San Juan falleció en Efeso a una edad muy tardía tras aparecérsele Jesús e invitarle a que se reuniera con él. Su festividad se celebra el 27 de Diciembre, día de San Juan Evangelista.

Imagen de San Juan – Francisco Salzillo

Imagen de San Juan – José Capuz Mamano

Oración a San Juan